La felicidad es la ausencia de miedo

Vivimos siempre con miedos, si pudieramos dar marcha atrás posiblemente elegiriamos vivir sin miedo. La mayoría de esos miedos no existen, no son reales, sólo están dentro de nosotros, son estacas, barreras que nos autoimponemos.
Vivir si miedo supone ser coherentes con lo que queremos ser y hacer, no vivir a través de la mirada del resto del mundo, tener el valor de hacer aquello en que creemos sin pensar excesivamente si es o no adecuado.
No tener miedo implica ser libre y ser libre es poder ser.